El salario base, la raíz del problema
Ted Pappageorge, secretario del sindicato Culinary Workers Union Local 226 en Las Vegas, resume la inquietud de muchos: “Los restaurantes deberían simplemente pagar mejor a sus trabajadores de cocina.”
En 43 estados de EE.UU., los empleadores pueden pagar tan solo $2.13 por hora a los trabajadores con propinas, una cifra que no se ha ajustado desde 1991. Aunque quienes reciben propinas pueden alcanzar ingresos más altos, su salario base los deja en una posición vulnerable, especialmente cuando hay meses flojos o el tráfico de clientes disminuye.
El congresista Steven Horsford propuso un proyecto de ley alternativo que haría las propinas libres de impuestos, pero también eliminaría esa tarifa de $2.13, obligando a los empleadores a pagar al menos el salario mínimo federal completo de $7.25 por hora, cifra que muchos consideran aún insuficiente en estados con un alto costo de vida.
Testimonios que humanizan la estadística
Yolanda García, barista en Resorts World, Las Vegas, gana unos $33,000 anuales, de los cuales hasta $600 mensuales provienen de propinas. Ella considera que hacerlas libres de impuestos “me ayudaría a comprar más víveres. Ahora, todo está más caro.”
Sin embargo, también admite que esa fuente de ingreso no está segura. En días tranquilos o si un cliente no quiere dejar propina, sus ingresos se reducen significativamente. Para García, el mayor problema sigue siendo el bajo salario base.